martes, 29 de septiembre de 2015

EL INCENDIO DE LA REFINERÍA DE ESCOMBRERAS


Eran algo más de las 11.30 h. de la noche del día 1 de octubre de 1969, cuando una enorme llamarada puso de rojo el cielo que cubre el Valle de Escombreras y Alumbres, y enmudeció a todos aquellos que aún no se habían acostado porque al que más y al que menos le hizo pensar en el apocalipsis.

Se acababa de producir una impresionante deflagración en uno de los depósitos de combustible del interior de la factoría. El descomunal incendio que se originó pronto se propagó a otros tanques, y a la antigua chimenea provocando su desplome y expandiendo aún más el fuego.
Después del estupor del primer momento, muchos vecinos de Alumbres salieron de sus casas en dirección al poblado con el ánimo de ayudar en lo posible, y por el camino se iban tropezando con el pavoroso éxodo humano que había producido aquel incendio en los habitantes del Poblado de Refinería. Hombres, mujeres y niños, jóvenes y mayores, subían por la carretera a medio vestir, camino de Alumbres, Cartagena, y otras poblaciones cercanas donde mucha gente de aquella tenía familiares que los podría albergar durante unos días.
Todo el poblado fue evacuado, y sus accesos férreamente controlados por las fuerzas del orden.

Bomberos de toda España y el ejército, participaron durante varios días en las intensas labores de extinción del incendio y en la construcción de diques de tierra para evitar una mayor propagación. Un incendio de estas características nunca antes se había producido en España.

Aquel incendio provocó cinco muertos: Juan García Lucas; Feliciano Hernández Vicente; Antonio Armario Romero; José Juan Eulogio Ros y Antonio Sánchez García, y las pérdidas económicas y materiales en las instalaciones fueron cuantiosas, pues estuvo activo durante una semana, dándose por extinguido el día 8 de octubre a las 19.30 h., y entonces muchos de los vecinos que habitaban el poblado buscaron vivienda en otros lugares, porque después de aquello ya no quisieron volver a vivir más allí, pues la tranquilidad y comodidad que hasta ese momento habían tenido se la acababa de llevar el trágico accidente. 
Parece ser que todo empezó en la Unidad de Furfural nº 1 en el momento en que se estaba enviando propano a dos unidades de desparafinado, cuando se produjo una fuga en una tubería y el gas impulsado por el viento se dirigió hasta el horno de la Unidad de Furfural y se produjo la primera explosión que generó otras en cadena, el resto ya se ha comentado.

Los troveros Ángel Cegarra Olmos “el Conejo”, y Gabriel López Carrión, dedicaron el siguiente trovo al incendio de la Refinería. Gabriel hizo la cuarteta y Ángel “el Conejo”, las cuatro quintillas que forman el trovo. Mi agradecimiento a Félix Martínez, yerno de Ángel Cegarra, por proporcionarme este documento.

FUE PARA REFINERÍA
EL DÍA UNO DE OCTUBRE
DE CAOS E INCERTIDUMBRE
PORQUE EL FUEGO LA ENVOLVÍA.
-------------------------------
1ª copla

La llama devastadora
cruda, fanática, arpía,
vil, infame y malhechora
esta plaga destructora
FUE PARA REFINERÍA.
-------------------------------
2ª copla

De rojo se tiñe el cielo,
Refinería se cubre
de denso y oscuro velo,
fecha triste en nuestro suelo
EL DÍA UNO DE OCTUBRE.
--------------------------------
3ª copla

Cunde el temor porque estalle
llega el peligro a la cumbre
cunde el pánico en la calle
y se ve víctima el Valle
DE CAOS E INCERTIDUMBRE.
---------------------------------
4ª copla

Fue dramático el momento
la población, loca huía
entre llanto y sufrimiento
de aquel infierno sediento
PORQUE EL FUEGO LA ENVOLVÍA. 

Fuentes

Libros
-Antonio Fernández Paredes, Javier Martín Albaladejo y Juan García González. El Poblado de Repesa un lugar que fue.
-Francisco Atanasio Hernández. Alumbres en el siglo XX.
-Francisco Atanasio Hernández. Retazos de la historia de Alumbres.

Documentos y artículos
-Informe de los bomberos de Barcelona

Prensa 
La Verdad

Testimonios
-Francisco Atanasio Hernández. Recuerdos personales.

Trovo
-Ángel Cegarra Olmos "el Conejo" y Gabriel López Carrión. Trovo sobre el incendio 

Fotos
Informe de los Bomberos de Barcelona.
Zacarías Conesa
Internet

sábado, 26 de septiembre de 2015

SOBRE EL TREN CHICHARRA


         Antes que nada quiero aclarar que de este tema voy a tocar solamente lo que afecta a la Diputación de Alumbres, y alguna que otra generalidad.

         Hasta la implantación del ferrocarril Cartagena-La Unión el 14 de octubre de 1874, el transporte de los minerales en toda la sierra minera se realizaba por medio de carros y animales de carga, y aunque al principio ambos sistemas coexistieron y se complementaron, poco a poco, el tren fue sustituyendo el transporte por otros medios, por lo que no a todo el mundo le agradó la idea del tren, sino todo lo contrario, y generó  numerosos casos de agresión con piedras y otros objetos.

         En la edición del 16 de marzo de 1899, El Eco de Cartagena publicaba:
”Anoche ocurrió en el camino de La Unión un caso de verdadero salvajismo, una mano criminal disparó un tiro al último tren descendente, que no tuvo, por fortuna, consecuencias funestas. La bala penetró por un cristal del vagón de primera y atravesando el ancho del carruaje fue a salir por el cristal opuesto. No es esta la primera agresión que contra el tranvía se comete. A pedradas ha sido acometido en ocasiones varias, pero la de anoche constituye el colmo de tan criminales atentados.

         El susto de los viajeros fue tan tremendo como natural, porque el vagón iba ocupado por veintiséis personas. El atentado se verificó en las inmediaciones de la estación de Alumbres. Llamamos la atención de la policía sobre este asunto y esperamos que encontrará a los delincuentes para que lleven su merecido.”


         Con la construcción de la vía férrea, se levantó un muro que separaba la vía del camino que comunicaba Cartagena y La Unión (en esas fechas aún no había carretera)

 De Cartagena a Herrerías
            han "levantao” una pared
      por la pared va la vía,
      y  por la vía va el tren
        y dentro la prenda mía.

         Conforme se fueron viendo los satisfactorios resultados que ofrecía el ferrocarril para la minería y la industria, se construyeron ramales que conducía el tren de mercancías lo más cerca posible del lugar donde estaba el producto. Las minas de La Parreta dispusieron de un ramal, igual que muchas de la sierra minera de La Unión, o diversas industrias de Cartagena, como Productos Químicos, fundiciones, puerto de Cartagena, etc.
Máquina "Alumbres". Foto: cortesía de Ángel Roig Meca
A principios del siglo XX el tren llegó a Los Blancos, y por entonces sus máquinas de vapor tenían nombres de poderosos mitos, como Titán, Neptuno, Vulcano, Júpiter, aunque la verdad era que, cuando llegaban a las cuestas de La Media Legua o de La Esperanza, les costaba trabajo hasta pitar, y se ganaban el carbón que consumían centímetro a centímetro de ascensión, por lo que había que tener mucha paciencia en esas cuestas si se viajaba en él, incluso, había  mucha gente que sentía un especial cariño por la máquina, y en esos difíciles trances se bajaba del tren para aligerarla de peso, y luego, cuando terminaba la ascensión volvía a subir al vagón.

Una de esas máquinas fabricada en 1880 llevó el nombre de “Alumbres” y la foto que tengo de ella, se la debo a mi amigo Ángel Roig Meca.

Hasta la década de los 60 del pasado siglo XX, la estación de Alumbres tenía jefe de estación, que además atendía el despacho de billetes de pasajeros para el tren de la FEVE en ventanilla.

Esta estación dispuso de depósito de agua para la caldera, y aún permanece allí.
Depósito de agua en el apeadero de Alumbres. Foto: Francisco Atanasio Hernández
Paso peatonal elevado de Alumbres a Borricén, de la carretera Cartagena-La Unión. Foto: F. A. H.
También hubo guardabarreras, para atender los dos pasos a nivel que había para cruzar de la carretera Cartagena-La Unión al pueblo, uno en El Portazgo y otro en La Hoya, los atendía la misma persona poniendo cadenas que avisaban del paso inmediato del tren.
En la actualidad, sólo queda el paso a nivel de La Hoya, aunque actualizado con señales acústicas y visuales. 

Hacia 1965 se dejó de transportar minerales en el tren, porque ya lo realizaban los grandes camiones que cargaban más y tenían más movilidad, y con ello llegaron también otros cambios y o mejoras. Se cambiaron las viejas máquinas de carbón por otras de gasoil, y también se suprimió la venta de billetes en la estación y se  prescindió del empleado que la atendía, aunque sigue habiendo apeadero.
Apeadero en Alumbres. Foto: Francisco Atanasio Hernández
Antigua imagen la estación de Alumbres


Fuentes consultadas y/o utilizadas

Libros
-Francisco Atanasio Hernández. Lo que me quedó de Alumbres en el siglo XX.
-Francisco Atanasio Hernández. Retazos de la historia de Alumbres.
-Francisco Atanasio Hernández. Alumbres algunas historia pendientes. 
-Juan Antonio Gómez Vizcaíno. Pueblos de Cartagena.
-Isidro Ginés Conesa López. Los Alumbres Nuevos.

Documentos
-Archivo Municipal de Cartagena. Escrito de Francisco Henrich al Sr. alcalde solicitando certificado de inauguración del servicio de tranvía Cartagena La Unión el 14 de octubre de 1875

Testimonios
-Información directa de las oficinas de la FEVE en Cartagena.
-Mis recuerdos.

Prensa
-Archivo Municipal de Cartagena. El Eco de Cartagena.
-Archivo Municipal de Cartagena. Cartagena Nueva.
-Archivo Municipal de Cartagena. El Porvenir.
-Archivo Municipal de Cartagena. El Noticiero.
-Archivo Municipal de Cartagena. La Verdad.
-Archivo Municipal de Cartagena. La Opinión.

Fotos
-Francisco Atanasio Hernández.
-Ángel Roig Meca.
-Proyecto Carmesí.

viernes, 25 de septiembre de 2015

LOS MOLINOS DE VIENTO DE ALUMBRES

              
         Aunque sólo queda en pie el molino del Tío Paco el del Garabito, se sabe que hubo otros dos más en el pueblo, uno desaparecido y el otro casi destruido.

         El molino espartero en principio, estuvo dedicado a la molienda de cereales, que fue el origen de los molinos de viento, y posteriormente es posible que fuera adaptado para picar esparto.

         El molino desaparecido, es el molino del Rango o de Salud, que estaba ubicado donde hoy están construidos los chalet y dúplex de La Hoya.

         El molino de “La Señorita”, está casi destruido en su totalidad y se levantó unos doscientos metros más al Este del molino espartero, en las estribaciones del monte del Tío Gil, al lado de las “Casas de la Señorita“.
      Molino de Perico el Garrabinero en primer lugar  y el  de Paco el del Garabito al fondo. Foto: Fº.  Atanasio Hernández
         Breve historia.
Rodeado de chumberas y rocas, el molino, hoy conocido como molino espartero, ha sido durante muchas generaciones un lugar de juegos diversos para los chiquillos, y muy en especial para los residentes en el Zaraíche, para los que sin duda, se trata de un lugar muy querido. Entre aquel molino y aquellas palas, muchos chiquillos empezaron su “aprendizaje” de hombres mayores de su época, fumando en círculo como los indios los “Celtas Cortos” y los “Ideales”, que alguno de ellos le birlaba a su padre.   

En aquellos tiempos, los críos conocían muy poco las andanzas caballerescas de D. Quijote y Sancho Panza, en torno a los molinos de viento, así que, gracias a la poderosa imaginación infantil, por aquel molino pasaron los indios Pies Negros, los Apaches, los Comanches, los Yanquis, Billy el Niño, Joaquín Murrieta, Zapata, Pancho Villa, y tantos otros personajes legendarios llevados a las pantallas del cine y admirados y jaleados por los chiquillos.

Sin embargo, en esta época de salvaje economía global, en los que lo que más importa no es el hombre, no es el ser humano, sino el máximo beneficio económico, en el menor tiempo posible, no es de extrañar que haya personas e instituciones que dejen que se pudran o se caigan de viejas algunas de las cosas que tienen un valor meramente cultural y/o sentimental, y en el caso de los molinos de viento, nada más ilustrativo que lo que he mencionado anteriormente. Por lo tanto, en este contexto es extraño también encontrar gente dispuesta a defender uno de los más maravillosos ingenios mecánicos de nuestros antepasados, que supieron aprovechar la energía eólica por medio de la construcción de los gigantes imaginarios de “El Quijote de La Mancha”, de nuestro entrañable Miguel de Cervantes.     

 Tampoco se puede olvidar, que las entrañas del montículo sobre el que se levantó el molino, albergaron a numerosas familias que en principio carecían de medios para guarecer a los suyos en una vivienda digna, por lo que desde que la memoria me alcanza, e incluso desde mucho antes, según testimonios de personas mayores, y algún periódico de la época, al menos desde el primer cuarto del siglo 20, siempre hubo muchas familias habitando su cueva-vivienda en las laderas del montículo. En 1956 había unas 40 personas viviendo en ellas repartidas en varios grupos familiares.
  
Por último no quiero dejar de decir que esos viejos y destartalados edificios de los molinos de viento, entre cuyas ruinas se guardan tantos y tantos recuerdos inolvidables de juegos y travesuras infantiles, es preciso conservarlos y protegerlos.

Antigüedad de los molinos.
El molino más antiguo. He leído muchas cosas sobre los molinos de viento en general y en mis investigaciones sobre los de Alumbres en particular, me ha llevado a constatar que ya en la mitad del siglo XVIII había en la Diputación de Alumbres 3 molinos, de manera que la noticia más antigua que tengo de ellos es de un acta de 1738 que dice así “Viose en este Ayuntamiento un memorial de Sebastián Muñoz vecino de esta ciudad y morador en los Alumbres, en que pide se le autorice fabricar un molino de viento harinero. El escrito nombra las peñas con que linda por levante con el camino de Porman, por maestral con tierras de Miguel Callejas, por poniente con Casa de Josepha Rodríguez, por medio día con casas de Francisco Díaz y Martín Hernández. Entendido que resta acuerdo por el que D. Pedro Rosique reconozca dicho campo y informe siendo de perjuicio la libranza que solicita.”

Este Sr., aunque propietario, parece que no residía en Alumbres, al igual que otros tantos propietarios de tierras y otros bienes de la época.

En el Catastro de Ensenada de 1755, al molino se le asigna una producción anual de 48 arrobas.
"Casas de la Señorita" y lo que queda del molino de Perico el Garrabinero. Foto: Fº. Atanasio Hernández
Parece que la descripción de estas tierras concuerda con las del molino del que según Carlos Galiana se denominó de Perico el Garrabinero y que nosotros conocemos como molino de La Señorita, y por los datos que se tienen es el más antiguo de los tres.
Lo que queda del molino de Perico el Garrabinero. Foto: Fº. Atanasio Hernández
El segundo molino harinero que se encuentra en el censo de 1761 es el que Juan Bautista Antón tiene en sus tierras de Alumbres, que le producen 40 arrobas de harina de trigo y que importan 240 reales de vellón al año. Este Juan Bautista es escribano y aunque no queda claro, parece que no reside en Alumbres y lo más lógico es que lo hiciera en Cartagena o en la diputación de San Antón donde tiene varias propiedades, y además obtiene otras rentas procedentes de diversas tierras y casas arrendadas en Cartagena y en otras diputaciones de su término.

Éste parece ser el que los alumbreños de mi generación denominamos con toda simplicidad, el molino. Sobre el molino espartero de Alumbres, Carlos Romero Galiana, que además de médico fue un enamorado de los molinos de viento, le llama Molino de Paco el del Garabito y dice que “Es el único molino espartero del que tiene referencia. La única referencia que tengo de él es por tradición oral facilitada por un antiguo cliente de muy avanzada edad. Me contaba que su padre le habló en repetidas ocasiones, que el tío Paco el molinero, salía por el pueblo a vender el esparto picado por el molino en un carrito tirado por dos perros: el Moro y el Garabito.”
Molino de Paco el del Garabito y una parte del Zaraiche actual. Foto: Fº.  Atanasio Hernández
En ningún caso he encontrado referencia alguna a actividad que no sea moler harina, en cualquiera de los tres molinos de viento de la Diputación de Alumbres. Sin embargo, Carlos Romero Galiana, que fue un experto en la materia, dice que “Podemos suponer que este molino, primitivamente harinero, sería transformado con posterioridad en un molino de batanes para picar esparto. El único dato objetivo que poseo para suponer ese cambio, es que en la cara interna de la torre no aparecen los mechinales correspondientes a los dos marranos.”

Por el mismo censo de 1761 sé que en la Diputación había entonces un tercer molino harinero ubicado en tierras propias a nombre de Juan Barcelona que producía 48 arrobas de harina, e importaban en arrendamiento 288 reales de vellón al año. Este señor, además, tenía propiedades en El Lentiscar (casas y tierras de secano y regadío) y finca en Los Camachos. Todos los datos que poseo indican que este molino estaba situado en Los Mulas.
Lo que queda de un molino en Los Mulas. Foto: Fº. Atanasio Hernández
En el siglo XVIII la propiedad estaba en manos de unos pocos y los propietarios acostumbraban a poner sus tierras, casas, molinos y otros bienes en alquiler, por lo que se sabe que los tres molinos mencionados estaban arrendados, y aunque se conocía a los propietarios, no se sabe quiénes eran los arrendatarios.

Para terminar quiero aclarar que la función inicial de los molinos es la de moler harina, y que el molino del Rango, que es el desaparecido, era de extracción de agua, y según los expertos, los molinos más antiguos de esta clase empiezan a hacer su aparición a mediados del siglo XIX, por lo que muchos de ellos se construyen ya metidos en el siglo XX, así que el único desaparecido en Alumbres hasta ahora resulta ser el de menos antigüedad.

Fuentes

Libros
-Carlos Romero Galiana. Antología de los molinos de viento
-Ginés García Martínez. El molino de viento de Cartagena.
-Cándido Román Cervantes. El comercio de granos y la política de abastos de la ciudad.
-Juan Antonio Gómez Vizcaíno. Pueblos de Cartagena.
-Catalina Aguera Paredes. Rehabilitación del molino de viento en la Diputación rural de Santa Ana.
-Francisco Atanasio Hernández. Alumbres en el siglo XX.
-Francisco Atanasio Hernández. Retazos de la Historia de Alumbres.
-Juan Ros y Pedro Pérez. Cosas de Alumbres

Documentos
-Actas del cabildo.
-Molinos de viento de la Región de Murcia.
-Padrones de Cartagena y sus diputaciones.
-Tabla según Catastro de Ensenada.
-Estadística de los molinos de viento.

Prensa
-La Opinión de Cartagena.
-El Noticiero.

Fotos
-Francisco Atanasio Hernández.

jueves, 24 de septiembre de 2015

SOBRE EL DESAPARECIDO PUENTE DE LA RAMBLA

                       
       El proceso de construcción del viejo puente de la rambla, hoy desaparecido bajo el Paseo del Malecón, tuvo un largo proceso administrativo para su construcción.

     El 20 de enero de 1862, los vecinos de Alumbres, Mariano Rodríguez; Francisco Madrid; Salvador Mercader y Saturnino Hernández envían un escrito al Ayuntamiento de Cartagena solicitando la construcción de un puente sobre la rambla, puesto que en épocas de lluvias deja incomunicados a los vecinos de uno y otro lado de la rambla, y se ofrecen a contribuir con 6.000 reales. Se da la circunstancia de que el arquitecto municipal, era entonces el afamado Carlos Mancha y Escobar, autor de otras obras importantes de Cartagena como la Casa Pedreño (1872) y él fue el autor del proyecto que aprobó la corporación municipal en 1863.
La rambla en obras con el viejo puente al fondo. Foto: Archivo Particular de Fº. Atanasio Hernández
       Después de un largo proceso administrativo de 8 años, el 16 de mayo de 1870, el arquitecto municipal, que en el momento de la firma del contrato es Nicomedes Perier, y el contratista de Alumbres Pedro Aranda García firmaron un documento para el comienzo de las obras. Estas debían de realizarse en un plazo de 40 días previo depósito de setenta y dos escudos de fianza por el responsable de los trabajos, y finalmente, se entregó terminado el 24 de  junio de 1870.
La rambla entubada. Foto: Archivo Particular de Fº. Atanasio Hernández
         Durante 120 años, este puente ha sido la vía de comunicación entre una y otra parte del pueblo, pero en 1991, siendo presidente de la A.VV. Patricio Mercader Franco, se llevaron a cabo los trabajos de entubamiento de la rambla y el puente desapareció bajo un bonito y práctico paseo con zonas verdes.
Paseo sobre la rambla. Foto: Francisco Atanasio Hernández

Fuentes

Libros
-Francisco Atanasio Hernández. Retazos de la historia de Alumbres.

Documentos
-Archivo Municipal de Cartagena. Solicitud de construcción de un puente en Alumbres sobre la rambla 1862
-Archivo Municipal de Cartagena. Memoria descriptiva para la construcción de un puente en la aldea de Alumbres, término municipal de Cartagena. 
-Dirección General de Recursos Hidráulicos. Adecuación y canalización de la rambla de Alumbres 1991

Prensa
-Archivo Municipal de Cartagena. El Eco de Cartagena.
-Archivo Municipal de Cartagena. Cartagena Nueva.
-Archivo Municipal de Cartagena. La Tierra.

Fotos
-Francisco Atanasio Hernández.
-Francisco Atanasio Hernández. Archivo particular.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Presentación de mi blog

          Nací en Alumbres, Cartagena, en 1949, y soy Licenciado en Geografía e Historia, aunque en mi dilatada vida laboral nunca ejercí como profesional en la docencia.
           Alumbres es uno de los pueblos más antiguos de la comarca de Cartagena, y su larga historia siempre ha tenido un especial atractivo para mí que nací allí. Rodeado de montes, minas, huertas, y muy cerca de la mar, de la bahía de Escombreras y El Gorguel, se encuentra a medio camino de la milenaria ciudad de Cartagena y la sierra minera de La Unión.
Molino de Perico el Garrabinero (casi derruido) y de Paco el del Garabito (restaurado)
Foto: Francisco Atanasio Hernández 
Siempre fui una persona inquieta, polifacética y comprometido, por lo que mi actividad abarca un amplio y variado campo cultural, manifestado en numerosos artículos de opinión publicados en la prensa y en periódicos y revistas populares, sociales, botánicas, pacifistas y sindicales.
Hasta finales de 2006 en que fui afectado por un ERE y mandado al paro y a la jubilación forzosa, había publicado un libro de ensayo El conductor de ciegos pone su escuela en Moncloa; otro de poesía La Alcancía de Sueños; una antología Alumbres 2002, promovida y coordinada por mí mismo y publicada por la Concejalía de Educación y Cultura del Ayuntamiento de Cartagena; y dos libros de historia, o como se los denomina ahora, etnográficos, Alumbres en el siglo XX, y Lo que me quedó de Alumbres en el siglo XX.
 A partir de 2007 continué mi obra centrada especialmente en Alumbres, por lo que en 2008 publiqué Alumbres. Cien años de Fútbol 1909-2009 y participé activamente en la organización y desarrollo del centenario, publicando en diciembre de ese mismo año la revista Centenario del Fútbol en Alumbres, y posteriormente a finales de 2009, compartí con Juan Antonio García Bermúdez y Ginés Lario Morales la autoría del libro Historia y estadística del fútbol cartagenero. Tomo I- Los Comienzos 1903-1919, en 2010 publiqué un libro de narraciones cortas Teresa Casta Amedias y otras minucias, en 2014  Retazos de la Historia de Alumbres, en 2017 un librito dedicado al ascenso de la SFC Minerva a Tercera División SFC Minerva 2012-2017 ¡¡La Tercera División es la próxima estación!!, en 2019 publiqué un nuevo libro de historia Alumbres algunas historias pendientes, y en marzo de 2024 publiqué Cien años de la Sociedad de Fomento y Cultura Minerva. Alumbres 1924-2024.
Tengo una amplia producción poética, de la que sólo unos pocos poemas han participado en antologías como Poetas 2000 de ABAL de Cartagena, Cuadernos Culturales Monroy - ganadores de los 5 primeros años. Otros han sido publicados en el diario La Verdad, La Opinión, El Faro de Cartagena, en el boletín de la A.VV. Sauces La voz del Sauce, en Cuadernos Culturales Monroy, en el boletín de La Unión La Ciudad, en la revista del Ateneo de Cultura Popular de Los Dolores La Chicharra, en mi blog, en periódicos digitales como Cartagena Actualidad y Cartagena de Hoy, y en otros medios.

     Soy historiador y durante mucho tiempo he hurgado en los archivos públicos de Cartagena, Murcia y La Unión, en libros históricos, y en la memoria de personas mayores del pueblo, en busca de datos que poder sacar a la luz. 

     Sin más, espero y deseo que mis publicaciones periódicas en el blog sean del agrado de nativos, curiosos y entendidos.