martes, 22 de diciembre de 2015

EL AGUINALDO

El pequeño relato del aguinaldo que expongo a continuación, se lo dedico a mis amigos alumbreños con los que compartí momentos inolvidables como aquellos, e inevitablemente a todos los niños que en estas fiestas carecerán de paz, de amor, de libertad, y sobre todo de alimentos, y algún dulce de Navidad que mitigue el amargo sabor de la miseria.

Hubo un tiempo en el que los niños de Alumbres salían a pedir el aguinaldo por las casas del pueblo y sacaban todo su ingenio a relucir para conseguir que les dieran unos dulces o unas monedas.

En la primera mitad del siglo XX, los jóvenes alumbreños, acostumbraban a salir a pedir el aguinaldo acompañados de la imagen del Niño Jesús que gustosamente les prestaba el cura del pueblo.

Entonces, recorrían toda la zona al son de la música de guitarras, bandurrias, panderetas, y otros instrumentos musicales, con los que se hacían acompañar para cantar los villancicos y pedir el aguinaldo. Y como en muchas viviendas además les invitaban a una copa, no era extraño que al final alguno terminara mareado.

Más adelante, en la década de los años 50 y 60, cuando se acercaba la Navidad, muchos críos se afanaban en prepararse los instrumentos musicales, panderetas, sonajas, castañetas y zambombas para acompañar a sus canciones.
Niños cogiendo el aguinaldo-Grabado de J. Cuevas-Llanos de Somerón, Asturias
La Nochebuena, algunos grupitos de esos críos, salían en busca del aguinaldo por el pueblo, y se paraban en la puerta de aquellas casas que sabían que les iban a abrir. Allí comenzaban a cantar los villancicos que habían aprendido en la calle o con sus familiares:

Esta noche es Nochebuena
y mañana es Navidad
saca la bota María
que me voy a emborrachar.
Ande, ande, ande
la marimorena,
ande, ande, ande
que es la Nochebuena.
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Abre la puerta María
que te traigo el aguinaldo
una patata cocía
sopla que viene quemando.
Ande ande ande,
la marimorena
ande ande ande
que es la Nochebuena.
---------------------------
A San Roque el alumbreño
le han hecho unas esparteñas,
con diez arrobas de esparto
pero aún le están pequeñas,
pero aún le están pequeñas
cantemos con alegría
viva la bota y el vino
y la mata que lo cría.
--------------------------
El aguinaldo te pido
si no me lo quieres dar
ojalá te de un dolor
y te acuestes sin cenar.
Y te acuestes sin cenar
digamos con alegría,
viva la bota y el vino
y la mata que lo cría.
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            La mayoría de las veces, la insistencia de los críos surtía efecto, entre otras cosas, porque ellos sabían bien dónde llamaban, y entonces, había quienes interrumpían cinco minutos la cena familiar para darles unas monedas y sacarle la bandeja a los chiquillos. Los ojos de algunos críos tomaban proporciones desorbitadas cuando veían que alguien les ofrecía tantas delicias juntas ¡Qué ricos estaban aquellos turrones y mazapanes! ¡Nunca ningún dulce supo mejor que los de los aguinaldos!

Después de unas dos horas de recorrido, cansados ya de cantar los mismos villancicos y de tocar los instrumentos musicales de fabricación casera, con el paladar endulzado y el estómago caliente, se decidían por finalizar la petición de aguinaldo, y una vez que se repartían las monedas obtenidas, cada uno de los ocasionales artistas se iba a casa a dormir, pensando seguramente, que con el dinero conseguido esa noche, podría comprarse una linterna con la que jugar a policías y ladrones.  
En la actualidad esa costumbre se ha perdido, y en todo caso si se ve algún grupo de críos cantando villancicos en la puerta de casa ajena, es porque son inmigrantes.
                                                 Sonaja y Zambomba artesanas. Dibujos: Francisco Atanasio Hernández
Pandereta
Hace unos días, concretamente el 15 de diciembre de este año 2018, mientras esperaba el inicio de los actos de homenaje a los socios más antiguos de la Sociedad Minerva, tuve una agradable sorpresa proporcionada por un estimado rochero  con el que me unen muchas cosas, nuestro mutuo amor por esta tierra, conocer nuestra historia, nuestras antiguas costumbres, nuestros antepasados,…
            Raimundo de Roche, es sobre todo una buena persona, sencillo, amable, a quien se le suele ver colaborando en diversas actividades sociales, y en su pueblo es muy, muy estimado.
            Pues bien, me sorprendió regalándome un antiguo instrumento musical,  llamado Castañeta, y que lleva una inscripción que me dejó  sin palabras “CASTAÑETA DEL TÍO RAIMUNDO Nº 765, ROCHE 2018”. Joder, numerada y todo, no sé qué habrá pensado de mí, porque mi sorpresa fue mayúscula y mi emoción mayor y no pude articular palabra porque se me puso un nudo en la garganta.
De pronto, mi mente viajó algo más de 60 años atrás, cuando en nuestras salidas petitorias del “aguilando” de los años 50 del siglo pasado, ese sencillo instrumento lo utilizaban sobre todo, los críos procedentes de Andalucía que se establecieron en Alumbres, aunque en esos tiempos era una simple caña a la que se le partía un par de tramos  por la mitad.


¡Muchas gracias por este detallazo amigo Raimundo!
Castañeta. Regalo del Tío Raimundo de Roche.
Euphorbia Pulcherrima-Flor de Pascua


Fuentes

Libros
-Francisco Atanasio Hernández. Alumbres en el siglo XX.
-Juan Ros y Pedro Pérez. Cosas de Alumbres.

Grabado
-J. Cuevas-LLanos de Somerón, Asturias.

Fotos
-Francisco Atanasio Hernández. 

Dibujo
-Francisco Atanasio Hernández.

Recuerdos
-Francisco Atanasio Hernández. Villancicos y petición de aguinaldos. 

6 comentarios:

  1. Ola. Fiquei muito feliz de encontrar essa canção nesse blog, minha avó cantava para mim quando eu era criança. Acredito que essa música seja anterior aos anos 50, uma vez que minha avó é brasileira filha de imigrantes espanhóis que vieram ao Brasil no início do século. Minha própria avó nasceu nos anos 20, portanto aprendeu a música com seus mais muito antes dos anos 50. Obrigada pelo relato.

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  2. Lo siento Lara, no entiendo tu lengua, y aunque he cogido algunas palabras sueltas me he perdido en la mayor parte del contenido. De todas formas muchas gracias por tu comentario.

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  3. Hola, me alegró mucho encontrar esta canción en este blog, me la cantaba mi abuela cuando era niña. Creo que esta canción es anterior a los años 50, ya que mi abuela es hija brasileña de inmigrantes españoles que llegaron a Brasil a principios de siglo. Mi propia abuela nació en la década de 1920, por lo que aprendió música desde antes de la década de 1950. Gracias por el informe.

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  4. Muchas gracias por la traducción Zacarías ¡Qué bueno eres conmigo! yo, sólo había cogido palabras sueltas del agradable comentario de esta mujer brasileña.

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  5. A las buenas personas como tu, si puedo, les ayudo con mucho gusto, pues os lo mereceis. Un abrazo.

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