martes, 29 de diciembre de 2015

EL FÚTBOL EN ALUMBRES DE LOS AÑOS 20 A 1960

El fútbol de Alumbres en los años 20.
Por lo visto, después de haber participado en la  realización de los cimientos de la actual estructura futbolística española, la propia naturaleza de los jugadores del pueblo, que en la mayoría de los casos, aunque jóvenes, debieron de simultanear la afición al deporte con duras jornadas de trabajo, así como la escasez de jugadores porque el pueblo siempre fue pequeño, entre unas y otras razones debieron de condicionar y mucho, el futuro futbolístico de Alumbres, de manera que lo más razonable pudo ser no federarse, aunque a este respecto hay que tener en cuenta que la Federación Murciana de Fútbol no se constituye hasta 1924, y la Liga Nacional de Fútbol no comienza su andadura hasta 1929.
Ésta década se caracteriza por ser una etapa de fomento y desarrollo espectacular de la práctica del fútbol en Alumbres, de manera que por esos años se ha verificado la existencia de varios clubes diferentes de fútbol en el pueblo, si bien hay que decir también que de duración efímera. Es posible incluso que además del aspecto puramente deportivo y de diversión de los organizadores, hubiera también una importante disputa entre los dirigentes de los equipos para hacerse con el conjunto de futbolistas que obtuviera más éxitos y mejor representara al pueblo, al menos, esa es una de las conclusiones a las que yo he podido llegar. 
Equipos de adultos: Alumbres F.C., Club Levantino, C.D. Alumbres, Envidiables F.C., Minerva F.C., Invencibles.
Equipos infantiles: Alumbres F.C., Club Levantino, Envidiables F.C.
Equipo del Minerva que jugó en la inauguración del Secante. Foto: Archivo particular de Francisco Atanasio Hernández
No hay que olvidar que es en esta época en la que coexisten en Alumbres la Sociedad Obrera “La Envidiable”, y la “Sociedad de Fomento y Cultura Minerva”, cada una de las cuales crea su propio equipo de fútbol y dispone de su propio campo. La Envidiable juega en la zona de La Hoya, donde están actualmente las viviendas conocidas como “Los Chalet”, y el Minerva en El Secante.
        En las informaciones deportivas que he podido rescatar de 1924, ya aparecen en las alineaciones de los equipos del pueblo, Club Levantino, Alumbres F.C. y Minerva F.C. los hermanos García Heredia, Fulgencio, Pedro y Antonio, sin duda jugadores destacados de esta época.
Los hermanos Fulgencio y Pedro García Heredia, que por esas fechas tenían 24 y 20 años respectivamente, junto con su hermano menor Antonio de 18 años fueron fichados por el Cartagena F.C. de 1ª Categoría el 27 de julio de 1925, y así constaron en la Federación Regional Murciana de Foot-Ball de 1925, con licencia federativa nº 6523 para Fulgencio; 6522 Para Pedro y 6521 Para Antonio. Antes jugaron con los diferentes equipos del pueblo, Club Levantino, C.D. Alumbres, Alumbres F.C. Y Minerva F.C. donde destacaron por su calidad, y cuando no jugaban con su equipo de Cartagena lo hacían con el del pueblo.
            Sin duda alguna, estos son los primeros jugadores alumbreños que se conoce que estuvieran federados, y los primeros que tuvieron el privilegio de formalizar ficha con el 1º equipo de fútbol de la Ciudad Departamental y de la comarca, en una época en la que el fútbol alumbreño brilló con luz propia.
            Por los datos que poseo, parece que no participaron mucho en el primer equipo, pero solo el hecho de haber sido fichados por él, confirma que fueron destacados futbolistas en la tierra cartagenera, y además, que las buenas relaciones con el principal club de fútbol de la ciudad datan de mucho más tiempo atrás del que se creía.
En la temporada siguiente, la de 1926/27, Fulgencio García Heredia sigue ligado al fútbol de la ciudad portuaria fichando por el Club Deportivo Lisvert que por entonces militaba en 2ª Categoría, y en 1930 se le ve con el Gimnástico F.C., de La Unión.
A partir de mediados de la década desaparecen la mayoría de los clubes, excepto los Envidiables que aguanta hasta casi 1930 y el Minerva que es el que sobrevive hasta la actualidad.
            Todo ello viene a confirmar que el fútbol alumbreño vivió en los años ´20 su primera época dorada, que justifica sobradamente las fructíferas relaciones que siempre hubieron entre el principal equipo del pueblo y el primero de la comarca, pues no hay que olvidar que después surgieron en el pueblo otros jugadores que también jugaron en los principales equipos de la ciudad.
Minerva de mediados los años 30 con Miss Alumbres (Isabel Raja Álvarez) y otro equipo. 
Foto: Archivo particular Francisco Atanasio Hernández


LOS HERMANOS GARCÍA HEREDIA DE ALUMBRES TUVIERON DISTINTA SUERTE

            Cuando empecé con este trabajo hace ya algún tiempo, el tema que trataba era el de tres buenos futbolistas de Alumbres de los años 20 y 30 del siglo pasado, y a pesar de la inmensa satisfacción que me produjo me quedaron muchas dudas que resolver, por lo que tuve que volver a hurgar en los archivos y otras fuentes para poder encontrar la explicación al hecho de que ninguna de las personas mayores a las que había preguntado supiera decirme a qué familia pertenecían los hermanos García Heredia.
            La razón puede parecer muy simple y no lo es, pues por un lado ya sabemos que en los pueblos, hubo un tiempo en que la gente se conocía más por el apodo que por el nombre de pila, y mucho menos por los apellidos, y por otro el olvido de las víctimas del franquismo que se ha venido perpetrando desde todas las instituciones democráticas y que ha calado profundamente en la sociedad.
            Si a los vecinos y amigos mayores les hubiera preguntado por Pencho el Herrero, en lugar de por Fulgencio García Heredia, quizás habría encontrado alguien que me hubiera contado algo procurando no elevar mucho la voz, unas cosas ciertas y otras menos.

            Los hermanos García Heredia, Fulgencio, Pedro y Antonio, fueron buenos futbolistas, no cabe duda, y su categoría está contrastada no solo por el hecho de haber sido fichados por el club más importante de la comarca, el Cartagena F.C. (Efesé de siempre), aunque hubieran participado poco en él, sino porque su presencia en las alineaciones de los equipos del pueblo a lo largo de los años 20 y parte de los 30 así lo atestiguan.
            Fulgencio García Heredia. Foto: Archivo particular Francisco Atanasio Hernández 
 Pedro y Antonio García Heredia. Archivo particular de Francisco Atanasio Hernández
            Los años de la dictadura de Primo de Rivera fueron tiempos difíciles y la gente humilde se asociaba para defenderse de la insaciable avaricia de los poderosos, y también para disponer de lugares de ocio acordes con sus posibilidades, por eso en el pueblo se había fundado la Sociedad de Fomento y Cultura Minerva el 7 de abril de 1924, y  pronto diversificaría su actividad, pues ya en el verano de ese año fundó una banda de música y el equipo de fútbol Minerva F.C. Por esas fechas en el local de la Sociedad se organizaban bailes que amenizaba una banda de música.
            Los hermanos Fulgencio y Pedro no sólo fueron buenos futbolistas, también formaron parte de la banda de música de la Sociedad. Fulgencio tocaba el saxo y el bombardino.
            Era una Sociedad obrera con un cierto carácter paternalista en la que cabían todos, y así lo confirma el hecho de que el capitán del equipo de fútbol Minerva F.C. en 1925 fuera el cacique Andrés Martínez Cao.
            El tiempo pasó inexorable y llegaron tiempos peores en los que la República fue violentada por la rebelión de una parte del ejército, respaldado y mantenido por las potencias europeas y por EE.UU, y entonces muchos ciudadanos se vieron en la imperiosa necesidad de elegir entre el exilio o quedarse aquí con los riesgos que llevara implícito.
            Los hermanos Pedro y Antonio García Heredia, decidieron quedarse en el país “porque no habían hecho nada malo”, mientras que Fulgencio decidió coger el tortuoso camino del exilio.

            Cada uno de ellos tuvo una suerte distinta:
            Poco después de instaurarse la dictadura de Franco, Pedro, fue detenido y fusilado el día 10 de noviembre de 1939 en el cementerio de Nuestra Señora del Remedio de Cartagena, junto a otros republicanos que completaron la fosa. Desde 1958 sus restos descansan en el cementerio de Alumbres junto a los de su padre.
            Antonio, tampoco se quiso ir del país y como era marino de la Base Naval de Cartagena fue encarcelado por mucho tiempo y expulsado de la marina, y cuando salió rehízo su vida como pudo junto a su familia y murió en Cartagena en 1982.
            Fulgencio se exilió, primero a Túnez y más tarde a Francia, donde finalmente se estableció y cuando pudo recuperó a su familia. Fue enterrado en Alumbres en 1978.

            Los alumbreños deberíamos de sentirnos orgullosos por haber tenido a estos deportistas, músicos y ciudadanos entre nosotros, aunque quizás se les debería de haber tributado un pequeño reconocimiento, pero no espero nada de los políticos de Alumbres que prefieren dedicarse a sus negocios y a sus suculentos y fáciles sueldos, porque hace años ya les pedí que instaran el cambio de la denominación de varias calles que llevan el nombre de personas que no se lo merecen en un sistema democrático y allí siguen, sin que nadie haya movido un dedo para evitarlo.
A este respecto, quiero recordar que el pasado año 2016, aprovechando que el polivalente Concejal de Transparencia, Buen Gobierno, Participación, Descentralización y Festejos, del Ayuntamiento de Cartagena, Juan Pedro Torralba Villada, es de Alumbres en representación del PSOE, y que tanto la Junta Vecinal como la Asociación de Vecinos y la Junta del Cementerio de Alumbres, están controladas y dirigidas por militantes del mismo partido, el PSOE, por lo que se les supone de ideología socialista y progresista, intenté nuevamente que en aplicación de la Ley de Memoria Histórica, cambiaran los nombres de ciertas calles de Alumbres que portan nombres de reconocidos fascistas, y que retiraran del espacio público del cementerio de Alumbres el monolito que homenajea a Antonio Pérez García, uno de los franquistas más destacados del pueblo. Pero tampoco hubo suerte, y han preferido mantener en homenaje permanente la memoria del franquismo, que es seguramente el ideario que ilumina su conducta.

            Sé que nunca habrá consuelo para los familiares que aún quedan y sufrieron en sus propias carnes los efectos de la represión, o que perdieron a sus seres queridos de forma tan trágica y tan poco reconocida por la sociedad democrática actual que se beneficia de su sacrificio, pero yo me he creado una obligación moral con la realización de este pequeño homenaje, recuperando su memoria del silencio de la dictadura, de los cementerios y de la desidia y falta de escrúpulos de los políticos actuales.

Los años 30
En esta década, las referencias al fútbol alumbreño son mucho más escasas que en años anteriores, entre otras cosas, porque iniciadas ya las competiciones nacionales de este deporte los equipos modestos pierden importancia.           
Sin embargo, el Minerva participó en algunos de los campeonatos organizados entre los equipos modestos, como en el caso de la Copa Primavera de 1930 organizada por el equipo de fútbol de El Algar que por esas fechas se llamaba 1º de Mayo,  y que se disputó íntegramente en el campo de fútbol del equipo organizador, participando, además del equipo anfitrión, La Unión, El Garbanzal y El Minerva de Alumbres.
También, en los años 1933 y 1934 el Minerva participó en las competiciones de No Federados que se organizaron en Cartagena y que disputaron: Plus Ultra Lisvert, Cruzados Rojos, C.D. República, Betis Cartagenero, Numancia F. C., Diablos Rojos, Cartago Nova Radical, Juvenia S. C., C. D. Los Tigres, Recreativo Cartagenero, C. D. Español, Celta Cartagenero, C. D. Centella, C. D. Comercial, Cervantes F. C.
En las alineaciones de los equipos de Alumbres hasta los años 30 aparecen los nombres de los jugadores que pongo a continuación: J. López ,G. Vidal, J. Mateo, G. Aguilar, J. Gómez, J. Martínez, A. Martínez, A. Morales, J. Lucas, J. Victoria, A. Martínez, Ojados I, Ojados II, Aranda I,  Aranda II, Gómez, Clemente, Heredia, Carrillo,  Ros, Hernández, Avilés, Soler, Pérez, F. García, A. García, P. García, Madrid, Ruiz, Celdrán, Martínez, Rosales, Nieto, Carlos, Antón, Conesa, Estalella, Rojo, Simón, Gil, Morales, Vera, Rojo, Valero, Bernardo, Barcelona, Alfonso Barcelona, Narciso Rojo Heredia, Andrés Martínez Cao, Meca, José, Horacio, Buitrago, Paredes, Arroyo, Díaz, Huertas, Torki, Mula, Egea, Pedro Martínez Morales, Rafael Sánchez, Bea, Barranco, Cabezos, Salvador, Antonio, SánchezPaco, Yermo.
Minerva de mediados los años 40. Foto: Archivo particular de Francisco Atanasio Hernández
            El Minerva de los años 40.
            Durante y después de la guerra, hubo un largo período de crisis para todo, y es razonable deducir que al fútbol alumbreño y por tanto al Minerva también le tocó lo suyo. Sin embargo, la crisis económica, el paro, el hambre, no fue obstáculo para que el fútbol siguiera siendo el deporte favorito de los jóvenes del pueblo.
            De esos años hay que destacar la figura de Domingo Hernández Nicolás, que en la temporada 44/45 jugaba en la Gimnástica Abad disputando la Liga en 3ª División, y salvo la 45/46 que la jugó en el Cartagena F.C. también en 3ª, estuvo allí hasta febrero de 1952, fecha en la que el Cartagena F.C. que disputaba la Liga en 2ª División lo reclamaba. Al final de esa temporada el Cartagena desciende y desaparece, y en su lugar se funda la U.D. Cartagenera en cuyo equipo jugó en Regional y 3ª División.
Domingo Hernández Nicolás con el Cartagena FC de 2ª División Temporada 1951-52 Foto: Cortesía de Ginés Lario Morales
Copa Presidente
            En 1946, el C. D. Minerva disputaba la Copa Presidente organizada por el C. D. la Unión, y en cuya competición, por el sistema de liguilla, participaron también además de los dos mencionados, Levante F. C., Júpiter, e Imperial.

Copa de Primavera de El Algar
En los meses de marzo, abril y mayo de los años 1948 al 52 se volvió a disputar la Copa Primavera en El Algar, en cuya competición participaron, el C.D. Algar, como equipo organizador, además de Los Alcázares C.D., Minerva de Alumbres, C.D. Rayo de Pozo Estrecho, C.D. Beal, C.D. Garbanzal, C.D. Invencibles, C.D. Perín.
Entre las alineaciones de jugadores aficionados que he podido recuperar de esos años se menciona a: Porrones (Marcos), Ignacio, Aranda (Cabo Pedro), Rizado, Valerito, Luis, Llamboy, Cocheles, Antonio, Ros, P. Caparrós, Ajo, Paredes, Diego (el Ladrillero), Juanico (El del Pan), Domingo Carrillo, Baltasar, Pérez (Antoñito), Pepe Ojados (Sotelo), El Perrote, Domingo Hernández, A. Caparrós, Isidro, Bilbaino, Quico, Ruiz, Pencho Hernández, Salvador Meroño, Martínez, Cutilla, López I, López II, Ángel, P. Meseguer, P. Sánchez (Zarra), Rojo I, Rojo II, Agapito, Francisco, Alcántara, Fuentes, Barbas, Rubio, Paco (de Eleuteria), Emilio I, Emilio II, Pajarito, San Martín, Joaquín, Marruso, Vivancos.
Minerva de mediados los años 50. Foto: Archivo Francisco Atanasio Hernández
La década de los ´50.
A principios de esta década hay en Alumbres un equipo bien nutrido de jóvenes jugadores, aunque a veces se reforzaba con otros futbolistas de los pueblos cercanos y militares de reemplazo conocidos por los vecinos del pueblo que se encontraban haciendo la mili.

Torneo Club Adheridos
En 1952 la Federación Murciana de Fútbol organizó un campeonato de equipos modestos al que denominó “Clubs Adheridos”, y en el que entre otros participaron: C.D. Athlético (Pozo Estrecho); C.D. Minerva (Alumbres); C.D. Apolo (Pacheco); La Media Legua.
Juan Hernández Nicolás es el buque insignia de esa generación, y sin duda alguna el ídolo futbolístico, el modelo a seguir por las generaciones de futbolistas del pueblo de los años 50 y 60 especialmente, y sobre todo un orgullo para los alumbreños que hemos tenido como afición la práctica o el seguimiento de este apasionante y espectacular deporte.
            Epi, procedía de una familia que dio buenos jugadores a los equipos de fútbol del pueblo, y a los de Cartagena, y es una referencia inevitable en la historia del fútbol de Alumbres de todos los tiempos. Ha sido uno de los pocos jugadores del pueblo, junto con su hermano Domingo, que tuvo el privilegio de jugar en alguna Categoría Nacional, y posiblemente el que más lejos ha llegado en este deporte. Jugó en 3ª División Nacional en la U. D. Cartagenera de los años ´50, en el Callosa Deportiva del 58 al 60, y en el Club Deportivo Cartagena desde 1961, año en el que ascendió a 2ª División Nacional de la Liga, y a menos que se me haya escabullido alguien por ahí, creo que hasta ahora no ha habido ningún otro futbolista alumbreño, excepto su hermano Domingo, que jugara en esa o en otra categoría  superior del Fútbol Nacional.
Juan Hernández Nicolás con el Cartagena FC de 2ª División Temporada 1962-63 Foto: Cortesía de Ginés Lario Morales
Juan Hernández Nicolás. Foto: Archivo particular de Francisco Atanasio Hernández
En aquellos años en los que, en Alumbres no había un equipo federado que compitiera habitualmente contra otros conjuntos, era difícil que alguien de fuera se pudiera fijar en un jugador de aquí, y mucho menos que fuese fichado por un equipo grande, de ahí la importancia de que un muchacho del pueblo llegara a ser jugador de un equipo de talla nacional.
Partido de veteranos. Foto: Archivo particular de  Francisco Atanasio Hernández
Por aquellos tiempos, se jugaba casi todos los domingos un encuentro amistoso con equipos de la tierra como La Unión, El Garbanzal, El Llano, El Algar, El Europa, Los Tigres, Roche, etc. Pero como había mucha rivalidad con La Unión, siempre que se podía se organizaban encuentros con un equipo de allí, con la sana intención de medirse con un rival con el que no era fácil ganar, y porque con estos se garantizaba emoción y espectáculo. El único inconveniente es que eran muy pocos los partidos, en uno u otro campo, que terminaban sin que antes, durante, o después del encuentro, se formara un espectacular tumulto en el que participaba todo el mundo, jugadores y espectadores, pero eso sí, al otro día estaban dispuestos a empezar de nuevo otro encuentro más, a ser posible más divertido que el anterior. Esa era la salsa necesaria en los tiempos que corrían, para que un partido de tanta rivalidad tuviera un mínimo de sabor.
Foto: Archivo particular de Francisco Atanasio Hernández
Foto: Archivo particular de Francisco Atanasio Hernández
Un partido de fútbol contra el Parque de Artillería.
También por esas fechas fue invitado a jugar en el pueblo un equipo de Cartagena, que según todos los testimonios consultados, se trataba de un equipo del Parque de Artillería.
El partido se jugaba con toda normalidad, cuando el jugador local que llevaba el balón al borde del área contraria, pegó un trallazo que vino a estrellarse en el larguero de la portería, y ésta, que desgraciadamente estaba construida con colañas viejas y carcomidas, se partió en dos, y no lisió al portero de puro milagro. Pero enseguida surgió el inevitable escándalo con cachondeo incluido por parte del público, que lo único que quería era divertirse como fuera, y en tanto los visitantes decían que sin porterías en condiciones no se podía seguir jugando, los locales creían que se podía seguir si se hacía una reparación de urgencia al larguero, o se ponía una cuerda atada de poste a poste que lo sustituyera.
Los jugadores visitantes, que no entendían cómo se podía seguir jugando el partido sin larguero, se resignaban con sonrisas a la continuación de éste con alguna de las soluciones apuntadas. Por otro lado, el árbitro, ante el monumental lío que se había formado no sabía qué hacer, y pidió a los organizadores que dieran una solución al problema surgido a la mayor rapidez posible, o se vería obligado a suspender el partido.
Pero los organizadores no tenían intención alguna de suspender el encuentro, así que mandaron a alguien en busca de una cuerda, y atándola de poste a poste la pusieron en lugar del larguero.
Tanto los jugadores del equipo visitante, como el árbitro, no estaban de acuerdo con aquella solución, pero éste y los otros, fueron convencidos de que no había otra forma de terminar el partido, y había que terminarlo.

Así que, una vez que se puso la cuerda sustituyendo el larguero de la portería, se continuó el partido como si no hubiera pasado nada, hasta que en un momento cualquiera del partido, un jugador visitante disparó a puerta y pegó en la cuerda, entonces los visitantes pidieron gol, mientras que los de casa dijeron que no, y el árbitro para no complicarse la vida  pitó fuera, pero la discusión no llegó a mayores y el partido pudo terminar felizmente sin otras complicaciones, quizás porque los jugadores del pueblo se enfrentaban por primera vez en una cancha, con los jugadores del Parque de Artillería, y no era cuestión de darles demasiada confianza a unos desconocidos.
Minerva de finales de los años 50 principios de los 60. Foto: Archivo Francisco Atanasio Hernández

Fuentes

Libros
-Pedro María Egea Bruno. La represión Franquista en Cartagena (1939-1945).
-Francisco Atanasio Hernández. Alumbres cien años de fútbol.
-Francisco Atanasio Hernández. Retazos de la Historia de Alumbres.

Revista
-Francisco Atanasio Hernández. Centenario del Fútbol en Alumbres.

Documentos
-Archivo Histórico de Murcia. Registro Sociedad Minerva 1924.
-Archivo Municipal de Cartagena. Libro de enterramientos de Alumbres.
-Libro de enterramientos cementerio de Alumbres (en activo).
-Guía telefónica.
-Fichas de los hermanos García Heredia con el Cartagena F.C.

Padrones
-Archivo Municipal de Cartagena. De 1920 a 1950.

Testimonios orales
-Concepción Raja Álvarez.
-Anita Piñas García.
-Manuel García Carril.

Prensa
-Archivo Municipal de Cartagena. Cartagena Nueva.
-Archivo Municipal de Cartagena. La Tierra.
-Archivo Municipal de Cartagena. El Eco de Cartagena.
-Archivo Municipal de Cartagena. El Porvenir.

Fotos
-Francisco Atanasio Hernández. Archivo particular.
-Ginés Lario Morales.
-Concepción Raja Álvarez.

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